Un llamado a la defensa de las fuentes hídricas del país, bosques, páramos y humedales hizo el antropólogo y etnobotánico canadiense Wade Davis quien advirtió que solo a través de esta concientización se puede hacer frente a los desafíos del cambio climático.

Davis, quien hizo parte del conversatorio Diversidad biocultural y humedales, del Circuito Colombia, en el marco de la Asamblea del BID 2021, alertó que todos los impactos ecológicos tienen sus consecuencias y que estamos a tiempo de adoptar los correctivos que sean necesarios, especialmente, en los recursos hídricos.

“Creo que el mensaje que tenemos que mandar es que la naturaleza es la vida. Si podemos limpiar el río podemos limpiar el alma”, manifestó al recordar esta frase de un mamo indígena de la sierra nevada de Santa Marta.

“La sabiduría de la gente indígena muestra algo profundo e importante. La cultura es parte del país. No podemos separar la tierra. Es lo más rico en el mundo ecológico, geográfico, es la joya de Latinoamérica”, apuntó Davis, quien durante cinco años hizo un largo recorrido por el río Magdalena y sus afluentes.

El investigador cultural manifestó que es un milagro que después de 500 años los indígenas estén enseñando el amor por la naturaleza. “Ellos nos aconsejan que la tierra es sagrada, que debemos amarla y cuidarla porque ella nos provee. Tenemos que cambiar nuestra conciencia. Tenemos que asimilarlo de la mejor manera”, anotó.

Por su parte, el cantautor colombiano, Carlos Vives, al referirse a su obra musical, dijo que su inspiración llegó luego de entender que las historias contadas por sus antecesores musicales estaban basadas en lo “hermoso” de la naturaleza y las vivencias de la gente en los ríos y las ciénagas.

“Entendí que todo lo había tomado de aquí, de nuestros ríos, en esos humedales. Fue descubrir todo eso como artista, en cada sistema de agua, que me llevó a explorar el vallenato y el rock de mi pueblo para llegar a Cumbiana”, expresó.

Vives dijo que el camino para crear conciencia alrededor de los ecosistemas es la educación. “Nuestra naturaleza, nuestra biodiversidad cultural es completamente fantástica, simplemente que nuestra educación no estuvo siempre desde el comienzo de nuestros orígenes por estar pensando en Europa”, finalizó.